El 25 de julio, Big Motor celebró una conferencia de prensa para abordar el escándalo de reclamaciones fraudulentas de seguros. La conferencia, que debería haber minimizado la pérdida de confianza y posicionarla como el primer paso para restablecerla, no lo logró debido a un mal momento, una mala estructura y una mala expresión. Big Motor es una gran empresa con aproximadamente 5.000 empleados, 300 tiendas y ventas de alrededor de 600 mil millones de yenes. La empresa compra y vende principalmente automóviles usados, realiza inspecciones de vehículos, mantenimiento general, pintura de chapa y negocios de agencias de seguros generales.
La empresa se enteró del problema en junio de 2022, cuando tres compañías de seguros distintos de los de vida solicitaron que se investigara la situación real de las reparaciones de automóviles. Las compañías recibieron información del Consejo de Prevención de Delitos en Seguros distintos de los de Vida de que se estaban haciendo reclamaciones de seguros inapropiadas mediante la reparación de piezas no dañadas o fingiendo que se habían reparado aunque no fuera así. Big Motor explicó que carecía de experiencia en el campo, pero se creó un comité de investigación especial para investigar el asunto desde el 30 de enero de 2023 hasta el 20 de junio de 2023. El informe de investigación se creó el 26 de junio, lo recibió la empresa el 5 de julio, lo publicó en el sitio web de la empresa el 18 de julio y la conferencia de prensa se celebró el 25 de julio.
El informe de la investigación reveló que la empresa estaba al tanto del asunto el 6 de junio de 2022. El 15 de mayo de este año se celebró una audiencia del presidente por parte del comité de investigación. En la conferencia de prensa, el presidente Kaneshige declaró que no sabía nada del asunto hasta que recibió el informe el 26 de junio, lo cual era una clara mentira. La respuesta de la empresa al escándalo trasladó la responsabilidad de la dirección a los empleados.
El Comité Especial de Investigación entrevistó a 121 personas y realizó una encuesta a 390 personas que trabajaban en el sector de la chapa y la pintura de automóviles. La mitad de los encuestados, 172 (45 %), habían participado en algún fraude o habían oído hablar de él. La respuesta del presidente Kaneshige fue que el fraude no estaba organizado y que creía que el director de la fábrica lo había ordenado. También hizo otros comentarios personales que suscitaron críticas.
La conferencia de prensa estuvo mal organizada. El nuevo presidente estaba en el escenario, lo que dificultó la presentación de disculpas. El presidente y el vicepresidente deberían haber presentado disculpas firmes, y el nuevo presidente debería haber subido al escenario para crear una imagen de nuevo comienzo. Big Motor no tiene un departamento de relaciones públicas ni un representante, lo que es una causa fundamental del fracaso. Un sistema que depende de fuentes externas solo en tiempos de crisis no podrá controlar los riesgos y, como resultado, no podrá lograr un crecimiento empresarial continuo.